martes, 2 de octubre de 2007

Por que Karnak

Situado en el corazón de Egipto, a unos tres kilómetros al norte de Luxor, cerca de la orilla del Nilo, encontramos Karnak, templo de templos, conjunto monumental conocido como “Ipet-sut” o “el más sagrado de los lugares, que ha conseguido mantenerse a lo largo de los siglos para recordarnos la magnificencia del antiguo Imperio Egipcio.

Es Karnak un conjunto impresionante que encierra tres templos en su interior, rodeados éstos por muros que los separan entre sí. Dentro de sus límites, hay que destacar sobre todo la parte central, donde se halla el Santuario de Amón, que además de ser el templo mayor, es el mejor que se ha conservado. En la parte izquierda encontramos el Santuario de Montu, dios de la guerra, y en la derecha la zona donde está ubicado el templo dedicado a la esposa de Amón, Mut, diosa madre, origen de todo lo creado.

Con más de un kilómetro cuadrado de superficie, Karnak está rodeado por un impresionante muro de casi 2,5 kilómetro de longitud. Antiguamente se llegaba hasta él a través de un canal artificial que unía el Nilo con su embarcadero. Hoy en día, los visitantes que hasta allí se acercan, acceden al lugar a través de la avenida de las esfinges con cuerpo de león y cabeza de carnero, que, muy atentas, vigilan los pasos de los extraños. Por cierto, que esta avenida unía antiguamente este templo con el de Luxor, pero hoy tan sólo queda una parte de ella.

En todo el conjunto que encierra Karnak podrás admirar obeliscos, como el que mandó construir la reina Hatshepsut, templos, capillas, edificios y hasta un lago sagrado de al menos 120 metros de largo donde los antiguos sacerdotes egipcios realizaban actos ceremoniales. La gran variedad arquitectónica que en él podemos encontrar no es de extrañar pues Karnak es el resultado de más de 2000 años de construcciones continuadas por parte de los faraones que en él se iban instalando. De todos ellos, los más relevantes son Seti I y Ramsés II.


Ahora bien, entre tanta maravilla hay algo que llama especialmente la atención: es la impactante sala de columnas del templo de Amón, la sala Hipóstila. Allí podrás quedarte boquiabierto ante la visión de unas 130 gigantescas columnas que te parecerán interminables con sus más de 25 metros de altura y que te harán dudar de que sean tan sólo obra del hombre.

Si Egipto es uno de los viajes soñados por los que ansíamos recorrer las maravillas del mundo, como las Pirámides de Gizeh o Abu Simbel, Karnak es otro de los tesoros que no podemos dejar de visitar.


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